Ya sea en entrevistas, reportajes o fotos de perfil, mi objetivo es capturar la esencia de cada persona, mostrando no solo su imagen, sino también su historia y personalidad. A través de mi lente, busco revelar quiénes son realmente o, al menos, cómo los percibo en ese instante único.

La fotografía de retrato va más allá de una simple imagen; es un diálogo visual entre el fotógrafo y el sujeto, un reflejo de emociones, experiencias y matices que hacen a cada individuo único. En cada sesión, me esfuerzo por crear un ambiente de confianza y naturalidad, permitiendo que la persona se exprese libremente y su verdadera esencia emerja en la imagen.

En un mundo donde la imagen personal cobra cada vez más relevancia, un buen retrato no solo documenta, sino que también comunica y conecta. Es la herramienta con la que contamos historias sin palabras, donde la luz, la composición y la mirada confluyen para crear algo más que una simple fotografía: una huella visual de identidad y autenticidad.